viernes, 8 de julio de 2011

MACHU PICCHU CELEBRA LOS 100 AÑOS DE SU DESCUBRIMIENTO


Una fiesta de luz y color se vivió durante la noche en homenaje a este santuario arqueológico peruano, construido en el siglo XV por el emperador inca Pachacútec y declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1983.

Machu Picchu, la ciudadela que marcó el apogeo de la civilización inca, celebró el jueves los 100 años de su existencia ante los ojos del mundo con festejos que incluyeron su iluminación total por primera vez en la historia.
Una fiesta de luz y color se vivió durante la noche en homenaje a este santuario arqueológico peruano, construido en el siglo XV por el emperador inca Pachacútec y declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1983.

Lo que se conmemora es la llegada del explorador estadounidense Hiram Bingham a la ciudadela y así su descubrimiento científico, el 24 de julio de 1911.

Los ceremoniales contaron con la presencia del presidente peruano, Alan García, quien señaló que "Machu Picchu es el símbolo de la peruanidad".

Lo más esperado fue el espectáculo nocturno, a cargo del cineasta Luis Llosa, en el que la ciudadela fue iluminada totalmente.

En medio de la noche y mediante un multicolor juego de luces, reflectores enfocaron las diversas partes de la ciudadela, mientras se hacía una alegoría histórica sobre el ingreso del inca Pachacútec a Machu Picchu y luego su redescubrimiento por parte de Bingham en 1911, con el telón de fondo de la música de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Anton Dvorak.

El momento culminante fue la aparición, elevada por una plataforma, de la cantante peruana Tania Libertad, que interpretó en la cumbre de Machu Picchu la célebre melodía andina 'El cóndor pasa', con acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Cusco.

Durante la mañana un grupo de danzantes, vestidos a la usanza incaica, ejecutó la ceremonia Tinkay, un antiguo rito inca que sobrevive desde hace más de cinco siglos en las comunidades andinas y que marca la reconciliación del hombre con la Pachamama ('madre tierra' en quechua).

Un actor, que representó al inca Pachacútec -quien ordenó construir la ciudadela en lo alto de la montaña- evocó el agradecimiento a los 'apus' (cerros considerados divinidades) por los "dones de la naturaleza" y roció chicha, un licor en base a la fermentación del maíz, en la tierra como ofrenda a la Pachamama y al Dios Sol.

El espectáculo incluyó luego a la banda chilena Los Jaivas, cuyos integrantes sorprendieron a los cientos de turistas extranjeros al inundar la majestuosidad del lugar con su música, que combina rock progresivo y música andina.

"¡Esto es inolvidable!", exclamó Cristina, una turista argentina, al escuchar musicalizado 'Alturas de Machu Picchu', un poema de Pablo Neruda. Grupos de visitantes paralizaron su paseo con la música que rebotó en las montañas que envuelven a Machu Picchu.

Fue una celebración limitada, como lo solicitó la UNESCO, que en los últimos años ha expresado en varias ocasiones su preocupación por los efectos que puede tener para el sitio el gran flujo de turistas y las obras de infraestructura que se construyen en su alrededor.

El centenario llevó a reflexión a historiadores que advirtieron los peligros que afronta la ciudadela. "Machu Picchu puede morir víctima de su propio éxito", alertó el historiador Juan Luis Orrego, al referirse a la presión del turismo que al mismo tiempo, dijo, "bloquea" la investigación arqueológica del lugar.

El arqueólogo Luis Lumbreras anotó que el aumento del turismo "no puede ser descontrolado y llevado de manera tan exigente como se ve ahora" y recomendó medidas de control para evitar "el colapso de la ciudadela".

Normalmente hay un límite de acceso al sitio de 1.800 personas, pero para el jueves, sólo se permitió la llegada de 790 durante el día y de 200 para la ceremonia nocturna.

El centenario de la ciudadela fue ocasión para poner en perspectiva el mérito de Bingham. Hay quienes dicen que gracias a su publicación del hallazgo en la revista National Geographic, Machu Picchu se convirtió en uno de los íconos de la arqueología mundial.

Pero el nombre de Bingham también genera resistencias por haberse llevado 44.000 piezas a la Universidad de Yale para investigación científica y bajo el acuerdo de que serían devueltas en 18 meses. En los hechos sólo 366 piezas volvieron, en mayo pasado.

Machu Picchu ('Montaña Vieja' en quechua) se encuentra a 2.400 metros sobre el nivel del mar en el sur del Perú.


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